Hoy, le traemos lo que un terapeuta no debe hacer y por qué no debe dedicarse a tales actividades.
¿Te gustaría convertirte en un terapeuta con un flujo fácil con los clientes? ¿O cómo reconocería a un buen terapeuta como cliente?
Las investigaciones han demostrado que alrededor del 50 % de la población estadounidense ha visitado a un terapeuta en algún momento de su vida.
Con este aumento de interés, debe equiparse y ofrecer lo mejor como terapeuta. Además, para un cliente, es posible que esté dispuesto a saber qué debe tener en cuenta durante la terapia, ¡especialmente si es la primera vez que lo hace!
En este artículo, hemos resumido 21 cosas que un buen terapeuta no debería hacer.
21 cosas que un terapeuta no debe hacer
¡Vamos a empezar!
1. Ignorar la construcción de confianza
Como terapeuta, primero debe generar confianza con sus clientes antes que cualquier otra cosa. La confianza es la base fundamental de cualquier relación.
Por lo tanto, un terapeuta nunca debe ignorar este proceso, ya que es la base para sesiones de terapia exitosas.
Trate de hablar de cosas más simples y generales con los clientes antes de pasar a conversaciones más profundas.
Recuerde siempre que a los clientes les resultará difícil hablar sobre sus desafíos si no confían en usted; haciendo así que las sesiones terapéuticas se tuerzan.
Imagine a un terapeuta saltando a conclusiones sobre su cliente sin una relación de fondo, se convertiría en una relación incómoda con el tiempo.
Por eso, si quieres progresar con tus clientes, nunca debes descuidar el proceso de generar confianza.
Sin embargo, generar confianza no sucede de repente; requiere paciencia, planificación adecuada y compromiso de ambas partes.
¿Cómo puede un terapeuta generar confianza con los clientes?
- Un terapeuta debe mostrar voluntad de conocer y comprender a sus clientes.
- Respetar a los clientes pase lo que pase.
- Trabajar con el ritmo de los clientes.
- Sea útil para ellos en todo momento.
- Hable libremente con ellos.
Si no ignora el proceso de construcción de confianza como terapeuta, ¡prepárese para tener un viaje progresivo con su cliente!
2. Dar información confidencial
Mantener la confidencialidad de un cliente no es solo algo agradable de hacer como terapeuta, es la ley.
Según el código de conducta de la Asociación Americana de Psicología (APA), no es ético compartir la información confidencial de un cliente con nadie.
Como terapeuta, debe tener como máxima prioridad proteger la privacidad de su cliente. ¡No des su información confidencial!
Esta seguridad les permite compartir desafíos contigo sin ningún temor.
No obstante, hay algunas excepciones para mantener la confidencialidad en la terapia.
- Cuando el cliente se presenta como una amenaza para sí mismo.
- O haciéndose pasar por una amenaza para la seguridad pública.
Para ayudar a su cliente, es mejor compartir la información necesaria que parece estar fuera de control con las personas disponibles para brindarle ayuda.
Por lo tanto, sería importante para usted violar la confidencialidad en tal situación.
3. Juzgar/Condenar a los Clientes
Recuerde siempre que la sala de terapia no es una sala de juicios. No debe juzgar a su cliente por una situación que decida compartir con usted; tampoco debes condenar sus pensamientos, palabras o acciones. Un terapeuta debería más bien buscar soluciones sin sesgos.
Además, si un cliente se siente juzgado, se le dificulta abrirse. Esto dificultaría el progreso. Un terapeuta debe ayudar y ofrecer apoyo, no juzgar a los clientes.
4. Falta de empatía
Para que conectes mejor con tus clientes, no te debe faltar la empatía. En cambio, sea compasivo y comprensivo con sus desafíos. Esto los haría abiertos y honestos contigo.
Sin embargo, si sus clientes sienten una falta de empatía por su parte, se sentirán incómodos. Pueden comenzar a sentir que no están en el lugar correcto y, por lo tanto, hacer que se contengan. Como resultado, puede que le resulte difícil proporcionarles una orientación adecuada.
Es cierto que la falta de empatía se considera peligrosa en la terapia porque antes de que la terapia pueda funcionar, los clientes deben sentirse comprendidos.
Un buen terapeuta buscaría comprender las emociones de su cliente a través de la escucha, la concentración y la participación activa.
5. Comportarse de manera poco profesional
La falta de profesionalismo es un gran desvío para muchos clientes. Por lo tanto, debe evitarse conscientemente. No solo causa distracciones, sino que también hace que los clientes se sientan incómodos durante las sesiones terapéuticas.
Por lo tanto, para ser un buen terapeuta, debes conocer la mejor forma de presentarte como profesional de la salud mental; dice mucho de ti y de tu trabajo.
Aquí hay algunos comportamientos poco profesionales que debe evitar como buen terapeuta:
- Vestimenta inapropiada
- Retrasos habituales a las citas.
- Falta de higiene
- Desorden alrededor del espacio de la oficina
- Demasiada informalidad durante las conversaciones.
- Responder llamadas telefónicas
- Tocar a los clientes de manera inapropiada.
- Actuar aburrido o cansado
- Dormir durante una sesión
6. Falta de confianza
Es posible volverse tímido y nervioso durante las interacciones con los clientes, especialmente para un terapeuta novato. Sin embargo, los terapeutas no deben aparecer como tales ante los clientes.
Si carece de confianza, se vuelve difícil para los clientes confiar en su orientación. A su vez, esto provocaría un enganche en el proceso terapéutico.
Objetivamente, con tu conocimiento y la formación adquirida para convertirte en un terapeuta autorizado, la falta de confianza no debería ser una opción.
7. Sea irrespetuoso
No es ético ni profesional ser grosero con sus clientes, sin importar la edad, el estado o el bienestar.
Debe evitar cualquier forma de falta de respeto hacia los clientes, independientemente de sus desafíos. Además, no intentes usar sus debilidades en su contra.
Por otro lado, algunos clientes pueden ser groseros contigo. Esto todavía no te da la oportunidad de volverte grosero con ellos.
Sin embargo, si las cosas se salen de control, sería mejor correr el telón que corresponder a un acto de falta de respeto.
8. Hablar demasiado/demasiado poco
Como terapeuta capacitado, eso significa que debe saber leer el lenguaje corporal, cómo manejar situaciones difíciles, cuándo cambiar de tema durante una conversación y cuándo hablar o guardar silencio.
Si eres tú quien habla la mayor parte del tiempo, es algo de lo que debes tener cuidado. Debes dar a tus clientes la oportunidad de expresarse.
Del mismo modo, si permanece mayormente mudo durante las sesiones terapéuticas, es posible que no brinde lo mejor a sus clientes. Dado que están en sesión para buscar orientación, guardar silencio los desalentaría.
9. Reclama al perfeccionista
Nadie es perfecto, todos nos esforzamos por ser mejores.
Por lo tanto, es incorrecto que un terapeuta asuma la perfección en base a su conocimiento y experiencia.
A veces, su diagnóstico puede ser incorrecto por una u otra razón; por eso no deberías tener prisa.
Un buen terapeuta no siempre debe pensar en sí mismo como perfecto. Por el contrario, debe estar abierto a aprender, admitir errores, aceptar comentarios/correcciones y estudiar métodos terapéuticos actualizados.
10. Habla en un lenguaje poco identificable
El 90% de las veces, los clientes pueden no entender algunos términos terapéuticos/psicoterapéuticos. Por lo tanto, necesita conocer el nivel de comprensión de sus clientes y relacionarse con ellos en consecuencia.
Es importante destacar que todo lo que les diga a sus clientes debe ser muy claro sin hacerlos sentir tontos.
11. Falta de sensibilidad hacia las creencias y valores de los clientes.
Debe ser sensible a las creencias y valores de su cliente. Además de hacerlos sentir seguros, también hace que el proceso de curación sea más rápido.
Esto se debe a que los actos de bondad, perdón y meditación están incorporados en muchas tradiciones, creencias y valores de las personas.
Más aún, si un cliente siente que no tienes respeto por sus creencias y valores, puede dañar la confianza y dificultar el proceso de la terapia.
12. Olvídate de detalles importantes
Una de las formas de identificar a un buen terapeuta es si tiene buena memoria. Además, mezclar los detalles de tus clientes supone un retroceso en el proceso terapéutico. También es una bandera roja para muchos clientes.
Aunque puede tomar alrededor de 3 a 4 sesiones antes de dominar el caso de un cliente, es mejor evitar olvidar los detalles básicos sobre ellos.
Una de las formas en que puede lograr esto es tomando notas durante las sesiones y repasándolas antes de la siguiente. Le ayudaría a brindarles la mejor ayuda y demostrar que realmente se preocupa por ellos.
Del mismo modo, sus clientes sentirán una sensación de conexión con usted si no olvida sus detalles básicos.
13. Haz promesas indefinidas
Como terapeuta, no debe hacer promesas prediciendo el progreso de su cliente. Si hace promesas para asegurar temporalmente a sus clientes, comienzan a tener expectativas poco realistas. Además, cuando estas promesas no se cumplen, puede causar más desánimo o dolor.
Además, no es posible determinar de inmediato qué tipo de terapia funcionaría para los clientes, especialmente si son nuevos en la terapia.
Sin embargo, debes ser paciente y honesto. Asegúreles a sus clientes que no están solos en el viaje.
Por lo tanto, no saque conclusiones precipitadas, ni haga promesas sin sentido a sus clientes.
14. Dar consejos sin sentido
No es su deber como terapeuta asesorar a los clientes sobre la decisión a tomar. En cambio, debe guiarlos para que tomen las mejores decisiones.
No importa cuánto tiempo tome o cuán difícil sea, los clientes son responsables de hacer
decisiones por sí mismos.
Lo más importante es que la terapia no se trata de consejos, es más bien un proceso exploratorio. El objetivo es fomentar la confianza en la toma de decisiones personales. La terapia también crea conciencia de los pensamientos y emociones de su cliente.
Permítales explorar los riesgos, los beneficios y los objetivos asociados a una decisión y elegir lo que es mejor.
15. Fomenta las decisiones equivocadas
Por mucho que los clientes tengan la libertad de tomar sus propias decisiones, no los aliente cuando sienta que están tomando una decisión dañina.
Sin embargo, siempre reconózcalos y elógielos cuando logren el éxito.
16. Use métodos terapéuticos inconsistentes
Probar diferentes métodos terapéuticos en un cliente está prohibido, especialmente sin su consentimiento. No ande saltando de un método terapéutico a otro. Esto confunde a sus clientes y afecta el proceso de la terapia.
De los diversos tipos de terapia, seleccione la mejor opción que se adapte al desafío de su cliente. Asegúrese de discutirlo y atenerse a él.
Sin embargo, encontrar el proceso terapéutico adecuado para usar no siempre es fácil. Por lo tanto, es posible darse cuenta más tarde de que un proceso no es el mejor.
Al considerar otras opciones, asegúrese de discutir con sus clientes. Esto les demostraría que respetas sus opiniones y necesidades.
17. Abrumarse con los problemas de los clientes.
En el proceso de empatizar con los clientes, es posible que se sienta abrumado por sus problemas. Esto se debe a que entiendes y sientes los desafíos por los que están pasando.
Sin embargo, siempre debe establecer un límite entre su trabajo y su vida personal. Si no lo hace, puede comenzar a perder el enfoque, la concentración e incluso la vida personal.
18. Precipitar un diagnóstico
Dar a sus clientes un diagnóstico apresurado puede hacer que se sientan peor. Por lo tanto, un terapeuta debe tener cuidado y considerar los detalles necesarios antes de llegar a conclusiones.
Establecer un diagnóstico requiere tiempo y conocimientos concretos; por eso debe ser paciente y considerar todo lo importante antes de diagnosticar a su cliente. Recuerde siempre que el desarrollo de su salud mental depende de su diagnóstico.
19. Terminar sesiones sin pasos de acción
Si todo lo que hace con su cliente es hablar sobre sus desafíos y experiencias, no habrá ningún desarrollo valioso.
Durante las sesiones, brinde a sus clientes las herramientas que puedan necesitar o los pasos a seguir para mejorar. Con el tiempo, podrán tomar buenas decisiones y manejar situaciones por su cuenta.
20. Deja a los clientes inseguros de su progreso
Ningún cliente quiere quedarse colgado. Querrían saber hasta dónde han llegado. Como terapeuta, debe conocer las áreas en las que sus clientes han mejorado y debe hacérselo saber.
21. Continuar la terapia cuando no sea necesaria
Si se ha logrado el objetivo de la terapia con su cliente, también debe hacérselo saber.
Además, su cliente debe tener una comprensión clara de cuál es el objetivo final.
No obstante, la decisión de continuar o no con la terapia podría no ser concluyente. Pero asegúrese de guiar a sus clientes hacia objetivos alcanzables que funcionen mejor para ellos.
Conclusión sobre lo que un terapeuta no debe hacer
Generalmente, cualquier buen terapeuta querría lo mejor para sus clientes. También querría tener un viaje suave durante las sesiones terapéuticas.
Por lo tanto, si como terapeuta lo desea, todo lo que necesita hacer es crear una base de confianza con su cliente.
Asegúrese de empatizar con ellos para que puedan relacionarse fácilmente con usted. Sin embargo, siempre sea profesional con su trabajo y siga los métodos terapéuticos correctos.
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