Cuando los padres envejecen, pueden necesitar ayuda con las actividades de la vida diaria. Es posible que no quieran o no puedan vivir solos por más tiempo y prefieran mudarse con usted o un miembro de la familia.
Si vivir con un miembro de la familia no es factible, las instalaciones de vida asistida son una opción viable. Las instalaciones de vida asistida brindan un entorno de vida seguro y cómodo para las personas mayores que necesitan ayuda con las actividades diarias.
La decisión de brindar esa ayuda puede ser difícil, pero hay pasos que puede seguir para facilitar el proceso.
Habla con tus padres sobre sus deseos
A medida que envejecemos y comenzamos a experimentar problemas de salud, puede ser beneficioso contar con un plan que requiera una mínima toma de decisiones en momentos críticos.
Para estar preparado y asegurarse de que se escuchen las voces de sus padres, ahora es el momento de comenzar a hablar sobre lo que les gustaría que sucediera si necesitan ayuda con el envejecimiento o problemas médicos en el futuro.
Es importante recordar que las decisiones sobre la calidad de vida, la atención al final de la vida e incluso las finanzas pueden ser muy difíciles de tomar para una sola persona. Asegúrese de respetar sus deseos, ya sea que esos deseos incluyan superar una enfermedad con el cuidado de miembros de la familia o confiar en profesionales médicos.
Conocer detalles adicionales, como sus preferencias para ciertas intervenciones médicas o decisiones con respecto a su proveedor de atención, puede ayudar a aliviar el estrés en caso de que surja una situación desafortunada en el futuro.
Ayudar a que estas conversaciones difíciles comiencen mucho antes de que ocurra una crisis puede brindar tranquilidad tanto a sus padres como a usted mismo sabiendo que ambos están en la misma página cuando llega el momento de tomar decisiones difíciles en el futuro.
Evalúa las necesidades de tus padres
Con nuestros padres envejeciendo, es importante evaluar periódicamente sus necesidades y pensar en cómo podemos ayudarlos lo mejor que podamos.
Una vez que entendemos qué tipo de ayuda necesitan nuestros padres, podemos decidir qué tipo de ayuda será más beneficiosa. Esto podría implicar encontrar a alguien confiable para llevarlos a las citas o brindarles compañía en forma de llamadas telefónicas amistosas.
Investigue las opciones de atención
Cuando está planificando el cuidado de un miembro de la familia, lo último que quiere hacer es sentirse abrumado con opciones e información.
Para asegurarse de que está tomando las medidas correctas para determinar la mejor opción para las necesidades y el presupuesto de su familia, es importante que se tome su tiempo y haga su propia investigación.
Hay varias cosas a considerar al decidir qué opción de atención es la mejor para su familia, incluidas las capacidades físicas, las responsabilidades financieras, el entorno del hogar, las creencias o preferencias culturales y, lo que es más importante, la calidad de vida.
Considere todos los recursos disponibles, como el cuidado de relevo o los asistentes en el hogar que podrían complementar un plan de atención general. Incluso puede optar por un centro de vivienda para personas mayores como Cuidado de ancianos Husky, si vives en Seattle.
Además, asegúrese de revisar las normas locales o estatales con respecto a la seguridad y la calidad del servicio dentro de cada entorno antes de tomar una decisión.
Habla de finanzas con tus padres
tener una franca discusión sobre finanzas y los costos de atención con sus padres ancianos es un paso importante en la preparación para sus últimos años.
Asegurarse de que cada uno de ustedes entienda quién asumirá la carga financiera de los gastos de atención y cómo se pagarán esos costos son elementos clave de esta conversación.
La planificación financiera para los padres que envejecen debe implicar la creación de un presupuesto para las necesidades de atención a corto y largo plazo, la consideración de programas gubernamentales o seguros privados que puedan brindar asistencia y la elaboración de planes de contingencia en caso de que los pagos se vuelvan demasiado onerosos.
Haga un balance de lo que sus padres poseen y de lo que deben, luego elabore un plan realista sobre cómo se pueden administrar estos costos.
Esté preparado para hacer los cambios o ajustes necesarios en caso de que las circunstancias cambien con el tiempo, pero lo más importante, manténgase en comunicación para que todos estén en la misma página.
En tiempos de dificultad, el apoyo emocional es un recurso tan valioso como la asistencia financiera o práctica. En un momento tan estresante, donde nuestras vidas han dado un vuelco, es especialmente importante ofrecer apoyo emocional, tanto a nosotros mismos como a quienes nos rodean.
Nuestros padres se encuentran entre las personas más afectadas por este cambio a medida que envejecen y no pueden cuidar de sí mismos, lo que significa que es aún más esencial brindarles aliento y tranquilidad emocional.
Aunque no siempre es fácil, debemos asegurarnos de que todos en nuestra familia se sientan escuchados y respetados tanto como sea posible.